Reducción de muertes en moto en Colombia: un avance modesto pero significativo en seguridad vial

Reducción de muertes en moto en Colombia: un avance modesto pero significativo en seguridad vial

Un descenso que marca un punto de inflexión

Colombia registra una disminución del 3,3 % en muertes de motociclistas durante el primer trimestre de 2025 en comparación con el mismo periodo de 2024. Este dato representa un cambio importante dentro de una tendencia histórica al alza que ha caracterizado la siniestralidad vial en el país, donde los motociclistas han sido consistentemente el grupo más afectado.

Durante los últimos años, las cifras fueron preocupantes:

  • 2017: 3.234 motociclistas fallecidos
  • 2023: 5.213 muertes
  • 2024: 5.096 muertes
  • 2025 (Enero-Marzo): reducción del 3,3 % respecto al mismo periodo del año anterior

Este primer descenso sostenido en casi una década permite un análisis más profundo sobre los factores que podrían estar generando este cambio.

Contexto: una crisis prolongada y compleja

Colombia cuenta con más de 12,3 millones de motocicletas activas, lo que representa el 62 % del parque automotor nacional. Esta cifra ha convertido a las motocicletas no solo en una herramienta de movilidad popular por su bajo costo y eficiencia, sino también en el principal vehículo involucrado en accidentes de tránsito.

Cada 2 horas muere un motociclista en Colombia, lo que evidencia la magnitud del problema. La accidentalidad en moto está fuertemente influenciada por factores estructurales como:

  • Alta informalidad en la adquisición y uso de motocicletas
  • Déficit de formación técnica en conducción segura
  • Condiciones viales precarias en regiones rurales y periféricas
  • Baja cobertura del SOAT (apenas el 39 % de motos lo tienen vigente)
  • Falta de controles en licencias y educación vial

Iniciativas clave que están incidiendo positivamente

Aunque la reducción observada es leve, existen tres acciones concretas implementadas en 2024 y 2025 que podrían estar teniendo un impacto directo:

1. Señalización exclusiva para motociclistas

Desde abril de 2025 se han desplegado 6 tipos de señales de tránsito dedicadas exclusivamente a motos, incluyendo:

  • Zonas de espera adelantada
  • Carriles preferenciales
  • Señales de advertencia específicas

Estas medidas mejoran la interacción entre motociclistas y otros actores viales, reduciendo riesgos en intersecciones y adelantamientos.

2. Frenos obligatorios con tecnología ABS o CBS

La normatividad vigente ahora obliga a incorporar sistemas de frenos avanzados:

  • Motos de 50 cc a 150 cc: deben incorporar CBS (Combined Braking System) o ABS (Anti-lock Braking System)
  • Motos superiores a 150 cc: obligatoriamente deben portar ABS

Esta medida impacta directamente en la capacidad de frenado en condiciones adversas, reduciendo accidentes por pérdida de control.

3. Programa de formación “Motodestrezas”

Más de 100.000 motociclistas han sido capacitados en 24 departamentos a través de programas gratuitos que incluyen:

  • Técnicas de frenado y evasión
  • Uso correcto del equipo de protección
  • Simulacros de emergencia

Este enfoque formativo busca profesionalizar el comportamiento del motociclista y crear conciencia sobre su papel en la prevención de accidentes.

Factores persistentes que siguen amenazando la seguridad

A pesar del progreso, persisten variables críticas que continúan cobrando vidas:

  • Velocidad excesiva: principal causa de siniestros fatales.
  • Licencias expedidas sin formación rigurosa: falta una homologación nacional que garantice estándares mínimos.
  • Consumo de alcohol y conducción nocturna sin iluminación adecuada.
  • Casco sin homologación o mal ajustado: debilita la protección craneal.

Además, menos del 40 % de las motos tienen SOAT vigente, lo que deja a las víctimas sin cobertura médica inmediata y refleja un problema estructural de evasión normativa.

Comparación con otros países de la región

En países como Argentina, Chile o México, las muertes por motocicletas también representan una proporción significativa de los decesos viales. Sin embargo, políticas sostenidas en formación, control técnico y normativas de seguridad han generado mejores resultados.

País Muertes por cada 100.000 motos (2023)
Colombia 42
México 29
Chile 21
Argentina 18

La diferencia radica en la fiscalización y cumplimiento de normas técnicas, así como en la inversión en infraestructura vial segura para motos.

Perspectivas a futuro: ¿Qué falta para consolidar el cambio?

Para lograr una reducción sostenida en la siniestralidad en moto, se requiere una acción articulada en al menos cinco frentes:

  1. Fiscalización efectiva del SOAT y sanciones a talleres o tramitadores que fomenten el uso fraudulento.
  2. Infraestructura vial pensada para motocicletas, con señalización específica, separación de carriles y pavimentos adecuados.
  3. Educación vial continua desde el colegio hasta cursos obligatorios de renovación de licencia.
  4. Registro nacional unificado de infractores, para limitar reincidencias.
  5. Subsidios al equipo de protección certificado (casco, chaqueta, guantes, botas), especialmente para sectores de bajos ingresos.

Conclusión: una curva que puede seguir bajando

Aunque la reducción del 3,3 % en muertes de motociclistas en 2025 no es un triunfo total, sí es un síntoma esperanzador. Significa que las políticas actuales pueden estar teniendo efecto y que la conciencia colectiva sobre la seguridad vial en moto comienza a cambiar.

Cada motociclista que ajusta bien su casco, mantiene su SOAT al día y respeta las normas, contribuye a esta curva descendente. Y si el Estado mantiene sus esfuerzos en formación, tecnología y fiscalización, la tendencia podría consolidarse en los próximos años.

La seguridad vial no es un privilegio, es un derecho. Y en Colombia, salvar vidas en las calles empieza con reconocer que cada decisión en la vía importa.

Comentarios